La integración exclusiva o sub-inclusión, fue un término acopiado y usado por primera vez por el Ingeniero/psicólogo Heisenberg P. Drullard en abril del 2019, para denominar un proceso social que se da durante la ejecución de la inclusión en las diferentes áreas o ecosistemas sociales.
Este término hace referencia a la integración en primera instancia, que se trata de cuando usamos espacios especificos (aulas especiales dentro de una escuela, departamentos o especificos en la empresa o entorno social), pero que no se le da el acceso a las personas con condiciones o capacidades diferentes para interactuar con la población neurotípica o regular, lo que en sí mismo los aísla y forma a ser parte de un proceso de discriminación, aunque más subjetivo.
Luego hace referencia al termino exclusión, esto nos indica que las personas se les niega el acceso a los servicios en las diversas áreas ya mencionadas, por situaciones relacionas con su condición o sus capacidades diferentes.
El termino integración exclusiva, hace referencia a cuando la persona es “incluida” en un entorno regular, pero no se le da ni las estrategias (métodos de intervención o herramientas especificas para el desarrollo y funcionamiento de una condición especifica), Estructura (Adecuaciones de lugar, tanto físicas, materiales, como logísticas para la ejecución de estas estrategias) y Capacitación (empoderamiento/entrenamiento funcional, didáctico y practico de las estrategias a personal involucrado en el proceso de inclusión y a los círculos sociales donde se desenvuelve la persona, tomando su círculo primario o familia como prioridad), al momento que estos 3 factores no se presentan, la persona acaba siendo integrada (está en la escuela, en el trabajo, o en el parque), pero al mismo el mismo entorno se encarga de excluirlos por no poder lidiar con sus necesidades y capacidades específicas.
La integración exclusiva o sub-inclusión afecta a la persona con la condición, pero muchas veces (más en el caso de condiciones psico-sociales como el autismo, o situaciones del desarrollo) compromete la integridad y funcionamiento de todo el circulo social donde se pretende implementar la inclusión. La inclusión es un proceso de equidad no de igualdad, la forma más sencilla de definirla, es “darles a las personas con capacidades diferentes las herramientas para que funcione como personas regulares”, esto no es un favor, ni una dadiva, es un derecho que asiste a cada ser humano.
